La joyería

Amuletos, collares, pectorales o anillos realizados en oro y piedras preciosas... bellas y lujosas creaciones, cuyo poder mágico debía beneficiar a sus portadores.

La civilización egipcia destaca por la gran cantidad de creaciones materiales legadas a la posteridad. Obreros, artesanos y artistas emplearon toda su maestría en la realización de construcciones arquitectónicas y objetos que, hoy día, despiertan un interés y una admiración generalizados. En actividades creativas como la joyería o el trabajo de la piedra, los egipcios lograron alcanzar niveles inigualables, siendo sus productos las muestras más evidentes de una sofisticada cultura y de un dominio ejemplar de las diversas técnicas utilizadas.

Con el carácter mágico de las joyas, cuyos diseños normalmente estaban inspirados en símbolos y personajes divinos, los egipcios esperaban propiciar la mejora o el buen desarrollo de las cuestiones relativas a la vida terrenal y la de ultratumba.

Collar. Pasta vidriada. Dinastía XVIII (1550-1307 a.C.).

Collar formado por numerosos elementos vegetales: flores, distintos frutos y hojas. Terminales en forma de loto. Una de las joyas preferidas por loa egipcios eran los collares de cuentas. Las joyas eran claros indicadores del rango de sus portadores. De esta manera los personajes mejor situados podían lucir joyas realizadas en oro, plata, cornalina, lapislázuli… mientras que los menos afortunados tenían que conformarse con objetos fabricados en pasta vidriada con colores que imitaban los materiales más lujosos.

Cabeza del dios Osiris. Oro. Baja Época (715-332 a.C.).

Oro, plata y electrum fueron los metales predilectos para la fabricación de joyas. El oro, con su brillo e incorruptibilidad, se relacionaba con el sol y con el concepto de inmortalidad (así, la carne de los dioses era de oro). La plata se relacionó con la luna; de plata eran también los huesos de los dioses. El electrum, en estado natural o producido artificialmente, es un compuesto de oro y plata, por lo que asumió las funciones simbólicas de ambos.

Collar. Pasta vidriada. Segundo Período Intermedio (1640-1532 a.C.).

El collar usejet fue el diseño más utilizado en joyería egipcia. La reconstrucción de esta pieza se ha basado en un collar hallado en la tumba del funcionario Wah (Dinastía XI, Tebas Oeste).

Cinturón ceremonial. Fayenza. Reino Medio (2040 – 1640 aC).

Realizado con cuentas y amuletos de variada tipología, inspirándose en una de las joyas halladas en la tumba de la princesa Senebtisi, en Lisht, fechada en la dinastía XII y conservada en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York. Originariamente, esta pieza a la que los textos se refieren como besau, era una de las insignias asociadas al faraón, si bien posteriormente su uso se generalizó sobretodo entre las damas de la familia real, como es el caso de Senebtisi o de Neferuptah, otra princesa de la dinastía XII que contaba con una pieza similar entre su equipamiento funerario.

Anillo perteneciente a un personaje llamado Sa-Neith. Oro. Dinastía XXVI (664-525 a.C.).

Se trata de una pieza sumamente singular, de la que no existen más de media docena en todo el mundo (en cuanto a tamaño y calidad de ejecución). Los títulos de Sa-Neith son los siguientes: 'Profeta y padre divino', 'Director de las capillas (de la diosa Neith)', 'Sacerdote de Horus', 'Aquel cuyas dos diademas son grandes', 'Sacerdote wen-ra de Ptah, que le ama', 'Señor de la ciudad de Letópolis (en el delta; posiblemente la ciudad de origen del propietario del anillo)'