La mastaba de Mereruka es uno de los monumentos más visitados de Egipto, prácticamente un fijo tanto para grupos multitudinarios como para aquellos que más discretamente quieren disfrutar de una obra que expresa la grandeza y el esplendor del Reino Antiguo.
Mereruka fue visir de Egipto en época del faraón Teti, primer monarca de la dinastía VI; el de visir es el más relevante de una interminable lista de títulos y cargos que ostentó Meru (la forma familiar de su nombre). Los treinta y dos ámbitos en que se encuentra compartimentada la zona de culto estuvieron dedicados al propio Mereruka (21), a su esposa Watetjethor (6) y al hijo primogénito Meriteti (6).
El repertorio temático que ofrecen los relieves parietales es de los más completos, así como su belleza y su calidad de ejecución; imágenes y textos con los que nos trasladaremos durante varias sesiones al sofisticado mundo de uno de los grandes de Egipto.