Además de unas determinadas cualidades estéticas, técnicas o la función para la que fueron concebidas, muchas de las obras del Museu Egipci de Barcelona tienen una historia más reciente que contar.
Efectivamente, antes de llegar a formar parte de la colección, las piezas pasaron por manos instituciones o coleccionistas de diferentes ámbitos profesionales, épocas, sexo o nacionalidad cuyas historias no son más que una muestra y una consecuencia de esa atracción tan especial que el Egipto de los faraones es capaz de hacer sentir en el ser humano.