Escritura jeroglífica
La escritura jeroglífica (o medu netjer, "palabras divinas") era considerada un regalo de los dioses, una invención de Tot, dios de la sabiduría. Los signos jeroglíficos y sus simplificaciones en formato cursivo (hierático y demótico) fueron ampliamente utilizados por los antiguos egipcios en la redacción de innumerables documentos escritos, los cuales constituyen una fuente fundamental para el conocimiento de la civilización faraónica. Así, se conservan detallados registros administrativos en los que se detallan cantidades de productos de toda clase; relatos mitológicos escritos en papiros, o bien sobre las paredes de tumbas o templos; textos de carácter privado, literario o científico; decretos reales, etcétera.
Gracias a la labor erudita iniciada por el sabio francés J. F. Champollion que, en el año 1822, publicó sus primeros resultados relativos al desciframiento de la escritura jeroglífica, ha sido posible recuperar una parte importante del antiguo Egipto, tras muchos siglos de ignorancia y olvido.