La necrópolis de altos dignatarios de Amarna contiene el mayor repertorio del singular arte parietal de esta época. Los temas representados no son demasiado abundantes en número y siguen un modelo que se repite, con pequeñas variaciones, en las diferentes tumbas. A diferencia de las tumbas de Nobles de otras épocas, destaca la constante presencia del faraón Ajenatón, su esposa Nefertiti y el resto de la familia real, protagonistas de la mayor parte de los episodios ilustrados: comitiva real hacia diferentes edificios de la ciudad, entrega de recompensas al propietario de la tumba, el culto en los templos o la denominada escena del “tributo del año 12”. La tumba de Meryra I es especialmente interesante por el espacio dedicado a edificios importantes de la ciudad como el palacio real, el gran Templo de Atón o la que podría ser la propia casa de este Gran Sacerdote de Atón, documentos que, junto a los restos arqueológicos localizados, permiten hacerse una idea muy aproximada de los mismos.
[curso en castellano]