La tumba de Nebamón e Ipuky (TT181) contiene los ingredientes necesarios para colmar el interés de los aficionados y estudiosos del antiguo Egipto. A pesar de su pequeño tamaño y de no haberse completado la decoración del tramo interior ofrece un repertorio completo y de una calidad artística exquisita de escenas vinculadas a los banquetes en honor a los difuntos, la procesión funeraria y varias representaciones de los propietarios de la tumba ante los dioses.
Especial atención merecen los episodios narrados en los talleres a cargo de los dos personajes donde se fabricaban objetos de diversa índole, collares, recipientes metálicos, capillas funerarias, estatuas,…
Pero uno de los aspectos más singulares es que Nebamón e Ipuky decidieran compartir una misma tumba; gracias a la abundante presencia de textos jeroglíficos, especialmente los que aportan información sobre los muchos personajes representados, ahondaremos en el aspecto más humano y familiar de nuestros dos escultores, un ejercicio que nunca deja de resultar apasionante.